A propósito del día de la madre, a todas con seguridad les felicitan o las recuerdan: a unas el uno de mayo, a otras el primer domingo de mayo y a muchas más cada partido de fútbol, en este último a las de los árbitros.
En la semana que hoy termina, al primero que le recordaron la madre fue al venezolano José Ramón Argote y al segundo Lee Van Suárez quien ocasionaba una segunda polémica, esta vez en el juego entre Patriotas de Boyacá y Fortaleza, cuando iba casi la mitad del segundo tiempo, el mencionado Suárez, le "compra" una falta al delantero de La Fortaleza, Anderson Arroyo, el señor pitó pena máxima, el juego se ponía dos a uno. Poco después mientras Jesus David Murillo jugador patriota salía con el balón en la mano, un jugador de fortaleza lo estrella voluntariamente, el señor se tira al piso (una estrategia mañosa validada por el central) como si hubiera recibido un latigazo, nuevamente el señor Suárez juzga agresión, sin dudarlo le sacó roja directa; vista la jugada el jugador del equipo patriota ni se movió, a partir de ahí el partido es historia, Fortaleza aprovechó remontando el marcador.
En la mitad de la semana en curso, el árbitro "venezolano" José Ramón Argote Vega también tomó decisiones equivocadas en el partido entre Atlético Nacional de Medellín y Huracán, partido que permitió a Nacional avanzar a la siguiente fase de la Copa Libertadores. Las equivocaciones del señor Argote no distan mucho de las de Suárez en el estadio de Techo, también se equivocó expulsando al defensa de Huracán, Federico Mancinelli y una segunda en la que valida un gol de Nacional en claro fuera del lugar.
Como debe reconocerse Nacional no requiere de estas ayudas, había hecho una campaña impecable, pero tampoco se puede perjudicar el buen trabajo de los equipos que resultan afectados por las decisiones arbitrales: Huracán se quedó en el camino, Patriotas por su parte compromete su clasificación entre los ocho de la Liga Aguila I.
Quizá situaciones como las descritas hasta aquí son las que motivan a aficionados, jugadores y casi siempre el cuerpo técnico a recordarle la "madre" a los mal llamados jueces. Eso sí, estas damas de lo que si responsables es de haberles dado la vida, pero probablemente no de la deformación y de la irresponsabilidad de sus hijoas; estos personajes ya son adultos y al parecer son conscientes de las decisiones que toman.
A los que si se les puede responsabilizar es a los dirigentes, que por un lado los eligen y por otro sancionan o dejan de sancionar a jugadores y vinculados a los campos de fútbol. En el caso de los arbitrajes colombianos debe hacerse algo, primero que se tenga en cuenta para elegirlos las actuaciones principalmente en las que reiteradamente se equivocan, y segundo que las decisiones arbitrales puedan cambiarse con base en una evidencia tan contundente como los videos; eliminado las rojas, amarillas o del color que sean y de las consecuencias que de ello se deriven. No se pretende por su puesto que los juegos se ganen en los escritorios, pero si que la justicia prevalezca, ahora que en Colombia para todo nos referimos a todo en función de la paz.
Otros que pueden contribuir a que los señores que "imparten justicia" en los campos tomen consciencia de su papel, son los periodistas, porque no se pueden repetir los juicios de personas como el Señor Cesar Londoño, quien el caso del los hechos de Medellín dijo: "en el caso de la expulsión el árbitro se precipitó", hay que ser claros, !lo expulsó mal ¡, y en el caso del gol en fuera de lugar expresó: "el jugador pudo haber estado en fuera de lugar", señor Londoño se está o no en fuera de lugar (no se si la nota solo fue leída por el periodista en Hoy por Hoy)
Siempre habrá decisiones polémicas, pero lo que nunca habrá duda es que tanto las madres de jugadores y árbitros sufren en cada partido. Afortunadamente cuando el trabajo lo hacen bien, las alegrías y satisfacciones son la recompensa.
¡Felicitaciones a todas la madres, como sea que las recuerden!
celio.pineda@gmail.com
@celiopineda
